No al cierre de la Escuela de Animación

Publicado originalmente el 14 de agosto de 2013

30 años de Educación para la Participación

La Escuela Pública de Animación y Educación Juvenil de la Comunidad de Madrid, conocida siempre como la Escuela de Animación, lleva realizando un trabajo ininterrumpido de casi 30 años de Educación para la Participación, Educación en Valores, aprendizaje y práctica de Metodologías Activas para jóvenes, desde su fundación en el verano del año 1984.

Por el centro, que ha tenido dos sedes (primero en la c/San Bernardo y luego en el Pº de la Castellana) han pasado una media de 3.000 participantes anuales –en la terminología de la Escuela, se habla de “participantes”, no de “alumnos”- en sus cursos de monitores, coordinadores, monográficos de infinidad de temas, seminarios, foros, grupos de trabajo, acciones de formación internacionales…

Ha supuesto siempre una referencia para el movimiento asociativo madrileño y para los ayuntamientos, pequeños y grandes, de la región de Madrid, donde han encontrado siempre un espacio desde donde se fomentaban las redes, se creaban nuevos proyectos y se innovaba constantemente. Decenas de miles de jóvenes, que han desarrollado después proyectos asociativos y sociales de toda índole, se han formado en la Escuela de Animación.

Depende de la Dirección General de Juventud y Deportes (Consejería de Educación, Juventud y Deporte) de la Comunidad de Madrid. En los primeros días de julio de 2013 se ha comunicado a sus trabajadores que desaparece la sede física de la Escuela, que desaparecen programas enteros como el de Formación con Asociaciones y Municipios, y se traslada además a varios de sus trabajadores a otros centros. Oficialmente, quieren hacer creer que se trata de un traslado (a un lugar sin aulas, por cierto), pero realmente es la puntilla a un programa que lleva varios años amenazado. Se prohíben desde hace años temáticas o espacios de formación, y los técnicos tienen que trabajar siempre con la sombra de la censura, como si estuviésemos en otros tiempos, 40 años atrás. A los actuales gobernantes el concepto de Educación para la Participación les provoca sarpullido (quieren a una ciudadanía sufriente y callada), y lo de las Metodologías Activas en las que la Escuela siempre ha sido pionera y es su marca distintiva, les parece un invento del diablo.

Exigimos que se mantenga el centro y el servicio, que no se pierda la sede física  con sus aulas, que deje de haber inmiscusiones políticas continuas en el trabajo de los técnicos y se deje trabajar a los mismos, trabajadores públicos laborales o funcionarios, con normalidad.

Escribe a Lucía Figar, Consejería de Educación, Juventud y Deporte, y a Pablo Juan Salazar, Director General de Juventud y Deportes, exigiendo el mantenimiento de la Escuela de Animación, de sus programas y equipo al completo.

Fdo.: trabajadores y trabajadoras de la Animación Sociocultural